Oscar (o cuando el arte da gusto)

Este fin de semana vino movidito. El viernes fui con una amiga a ver el muy buen show que la Pequeña Orquesta Reincidentes (otra banda que recomiendo, y de la que en algún momento haré algún post) dio en La Trastienda. Después fuimos a cenar y terminamos en casa viendo "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" (otra recomendación de Santiagus para todos Ustedes), para luego quedarnos charlando hasta que amaneció.

En cambio, el sábado fui con mi amigo Pato al MALBA a ver "Oscar", un documental sobre Oscar Brahim. Y sobre eso quería hablarles. Una breve sinopsis, para que sepamos de qué estamos hablando:

Oscar Brahim maneja un taxi 12 horas diarias. Constantemente es atravesado por el bombardeo publicitario de la ciudad. En el baúl del Peugeot 504 lleva botellas con engrudo, pintura y recortes de afiches. Cuando la banderita del taxi está "libre" detiene el auto, consigue prestada una escalera e interviene el afiche publicitario elegido utilizando técnicas de collage y pintura.
La película gira en torno a un emergente artístico que nace de la crítica situación socioeconómica de la Argentina actual. Oscar es un hombre que lucha por defender su libertad, que resiste y reacciona de un modo creativo. Un artista para quien el arte debe ser "actividad".

La situación económica del país empeora a lo largo del film y esto se refleja en la realidad del protagonista, tanto en lo personal como en lo artístico. Sumergido en este caos nacional, su obra se vuelve aun más combativa.

A ver, vamos a explicar un poco. Oscar es un taxista que se dedica a intervenir las publicidades con las que se cruza diariamente en su trabajo, pintándolas, haciendo collages, etc, logrando unas obras efímeras de alto contenido conceptual, provocativo, reflexivo... Depsués de ver la película, quedé pasmado, a pesar de que ya estaba al tanto de la obra de Oscar, puesto que Pato es amigo de Oscar y fue ocasional compañero de trapisondas del Sr. Brahim (incluso hubo un momento de 'cholulismo', puesto que Oscar se encontraba en la sala y Pato hizo las presentaciones de rigor. Lamentablemente, Oscar se fue enseguida, me hubiera encantado poder escucharlo hablar un rato).

Hay artistas que tienen su obra por un lado y su vida por otro. Y hay otros que hacen carne su obra, que su arte no es solamente un cuadrito o una canción, su obra es su vida, es 100% auténtica. Los hay muy talentosos de los dos bandos, pero creo que si me dan a elegir, me quedo con el segundo. Y ahí es donde ubicamos a Oscar, por supuesto.

En la película, el autor (no recuerdo el nombre) se dedicó a filmar a Oscar durante tres años, y como la peli termina con la caída de De la Rúa en diciembre de 2001, uno puede deducir que la empezó a filmar en 1998. Es hasta triste ver cómo las dificultades económicas van interponiéndose en la vida de Oscar, y da gusto ver cómo él las enfrenta y las maneja (acosado por lo que creo recordar era una lumbalgia, se ve forzado a renunciar como taxista, y el texto de su renuncia es "Renuncio a mi puesto de taxista por amor al arte"), pero también hace pensar cuánto pseudomecenas hay por ahí tirando la plata en artistejos de cuarta, en tarados que jamás en su vida serán capaces de provocar una emoción o llamar a una reflexión ni a nada; y pensar en cuánto bien le haría a Oscar. El mundo no es justo.

Oscar es un personaje, me recuerda a gente como Van Gogh o como Charly García (las comparaciones son odiosas), no por genialidad sino por la locura creativa puesta en funcionamiento. Tiene algo del Quijote que lo hace muy querible.

Hay un par de momentos que son impagables. El primero, cuando, cansado del lenguaje inventado de Camel (no sé si recordarán, para aquellos que no lo hagan o no lo hayan vivido, en Argentina una vuelta la agencia Agulla & Bacetti lanzó una campaña para Camel que consistía en un patético "diccionario inventado", un nuevo lenguaje para la gente 'cool' que fuma Camel; en el que podían encontrarse los siguientes 'vocablos'. "Barsoto: Todos los insultos juntos" y "Sartelo: mezcla de sanata y camelo". Incluso pegaron afiches de un candidato político 'falsos' a los que luego les pegaban encima un cartel que decía "Barsoto", junto con el camellito. Nefasto, para usar la palabra con la que Oscar lo calificó. El cinismo de las multinacionales a veces da acidez... Bueno... volvamos a la peli). Decía que Oscar bautizó como al candidato como "Barsoto" e hizo afiches en donde declaraba la muerte de Barsoto, obviamente a causa de un cáncer de pulmón.

Otro momento glorioso es cuando de Agulla & Bacetti lo invitan a Oscar a dar una charla en una especie de escuela de publicidad que ellos tienen. Verlo decirles a un grupito de estudiantes barsotos y a un Director Creativo de la misma agencia (con una pinta de pendejo garca que mata) que detesta la publicidad, que le parece patética, pésima, poco creativa, nefasta, etc.; y ver a los estudiantes acusarlo de publicista frustrado y de resentido porque él tiene que manejar un taxi es un placer del que nadie debería privarse.

En fin, seguiría, pero esto se está haciendo eterno. Así que la corto acá, con algunos enlaces que encontré referidos a Oscar.

Oscar en Proyecto Trama (en inglés, lamentablemente)

Críticas de la película por distintos medios nacionales (Clarín, Nación, etc.)

Y si alguno de los lectores está por Buenos Aires, les dejo la data de cuándo la dan, no se la pierdan por nada. Yo mismo pienso ir a verla de vuelta, probablemente el sábado.

Todos los Viernes y Sábados de Marzo a las 22 hs., en MALBA cine, Av. Figueroa Alcorta 3415. Entrada $5 (estudiantes con acreditación, $2,50).